Veo con preocupación la campaña contra la homeopatía que se está desarrollando actualmente en nuestro país: anulación del máster de Homeopatía de la UB y artículos en diferentes medios donde solo se da voz a sus detractores. Yo, como tantos otros pacientes, recurrí a la homeopatía después de visitar un sinfín de médicos convencionales que no lograron ni curar mi enfermedad ni mitigar los síntomas. Desde entonces, solo me visito con un médico (colegiado) homeópata y actualmente no solo no tengo dolor, sino que mi salud general ha mejorado. Los artículos contra la homeopatía tratan a los consumidores de estos productos como si fuésemos pobres enfermos engañados por embaucadores.
Entretots
La mayoría de nosotros somos pacientes bien informados que se preocupan por su salud y buscan una opción efectiva e inicua. Somos, además, una válvula de escape para el saturado Sistema Nacional de Salud: pagamos nuestros impuestos pero no usamos (o usamos en menor medida) los médicos y las medicinas subvencionados.
Si nosotros elegimos libremente otra forma de medicina, que nosotros pagamos, ¿a quién estamos molestando? Supongo que a las grandes empresas farmacéuticas. Animaría a todos esos que dicen preocuparse por la salud de los consumidores de productos homeopáticos que dediquen sus esfuerzos a otros temas sanitarios mucho más sangrantes como las víctimas de la talidomida. A nosotros no intenten salvarnos, por favor, los que confiamos en un médico homeópata estamos en buenas manos.