El sentimiento antiespañol de muchos catalanes viene de lejos, pero es conveniente explicarlo. Ese sentimiento no es hacia las personas que sean o puedan sentirse españolas, ese sentimiento es hacia los gobiernos españoles. Luchamos contra un Gobierno fascista, que asesinó a muchas personas y humilló y despreció a pueblos y culturas, entre ellas la catalana.
Entretots
Una vez muerto Franco, en la cama, y con la llegada de la transición, mal llamada modélica, la esperanza de muchos catalanes de conseguir una normalidad democrática comparable con cualquier otra Europea se vio frustrada por una política igual de restrictiva en lo que se refiere al reconocimiento de su cultura, la lengua y los derechos democráticos de decidir su futuro, y sobre todo, la restricción sobre decisiones como, el desarrollo de infraestructuras, financiación, enseñanza...
Esos gobiernos salidos de esta democracia son herederos directos de los fascistas, hijos de generales que firmaron penas de muerte, yernos e hijos de ministros de Franco y de represores de la sociedad civil catalana. Ni los gobiernos de derechas ni los teóricos de izquierda han intentado integrar a Catalunya y respetar a sus representantes elegidos democráticamente. Todas estas y otras actuaciones han conseguido que el antiespañolismo se radicalice y el anticatalanismo que da votos en España, se utilice en beneficio de unos políticos ciegos.