Me he quedado perpleja con el último suceso de la adolescente y el exceso de alcohol. Y es que cada día vemos más casos de adolescentes que consumen alcohol y otras sustancias, y lo que es peor, parece que la edad cada vez es más temprana.  

Hace días estaba en un establecimiento cuando entraron varios chavales a comprar bebidas alcohólicas. No sé qué edades tenían, pero parecían menores. El dependiente no les solicitó la documentación, como es obligatorio, y compraron las bebidas. Todo como si nada.

Resulta surrealista esta situación, máxime cuando a pocos metros uno lee “Prohibida la venta de alcohol a menores de 18 años”.

Por suerte no siempre es así. Porque he presenciado unos días después la situación de estar en la cola del supermercado y unos adolescentes ir pidiendo a las personas que les compraran las bebidas. Toda la cola se negó a ello, y los cajeros tampoco lo permitieron, con lo que los adolescentes tuvieron que abandonar el establecimiento sin haber conseguido su intención.