En nuestra sociedad tenemos muy asociado que el rosa es un color de niñas y el azul de niños, así como también que las muñecas son para ellas y los coches para ellos. Antes de que nazca un niño ya lo condicionamos a que le guste un color y un tipo de juego. Pero, ¿por qué?
Entretots
Sabemos que históricamente el rosa se asociaba a la valentía, fuerza y sangre masculina y el azul a la pureza, delicadeza y virginidad femenina. No es hasta hace 40 años que, con la publicidad, la sociedad cambia la categorización de esos colores por géneros y se empiezan a comercializar los juguetes diferenciándolos por sexos y colores.
Aunque aún tenemos bastante interiorizados estos estereotipos, cada vez se opta más por escoger colores 'unisex' y por dar a elegir a los mismos niños sus gustos y preferencias, pues así lo reivindican muchas asociaciones de familias de alumnos en los colegios.
Su lucha consiste en ir en contra de los estereotipos de género y el sexismo que encontramos en juguetes, anuncios, cuentos y en las tradiciones. Me parece una iniciativa muy acertada puesto que esa categorización hoy en día ya está desfasada y necesitamos trabajar para conseguir una sociedad más igualitaria y crítica con los estereotipos de género y los comportamientos machistas.
Así, ya no debería haber juguetes de niños y de niñas, sino ganas de jugar.