Ahora que se acercan las fechas navideñas y empezamos a ver las calles decoradas, también llega el momento de ver las casas y los balcones decorados con luces. De hecho, se inicia una competición por conseguir el mejor decorado. Esto que para mucha gente es todo un reto y una preparación de un año, yo lo considero una competición que impulsa un gasto innecesario en decoraciones y que contribuye a un ciclo de consumo excesivo. Esta presión que tienen muchas familias por superar las exhibiciones del año anterior les lleva a un consumo eléctrico desmesurado, algo incoherente con la actual necesidad de sostenibilidad que vivimos.
Entretots
Propongo considerar alternativas más sostenibles para celebrar la Navidad, como el uso de decoraciones recicladas y eventos comunitarios centrados en valores más significativos. Establecer límites voluntarios para el consumo de energía podría ser una forma de fomentar la responsabilidad ambiental. Espero que podamos replantear esta tradición para promover una celebración más consciente y respetuosa con el medio ambiente.