Mi padre lleva sufriendo con la enfermedad de Parkinson desde 2003, cuando tenía 36 años. ¿Las únicas personas que hemos estado ahí desde entonces? Mi madre y yo. Ahora, por circunstancias personales, he tenido que irme a vivir a otra ciudad y la culpabilidad me martiriza. Su cuidado ha hecho que mi madre tenga que renunciar a su vida, que no se haya tomado unas vacaciones en años.
Entretots
Todo el cuidado recae en las de siempre: las mujeres. Para su desgracia, puedo contarte algo que él es incapaz de decir, puesto que su enfermedad apenas le permite hablar: él sí ve el tiempo, él sí marca los días, él sí sabe el paso de los años. Y él sí sabe quiénes estuvieron y quiénes nunca estuvieron.