Estupefacto me quedo con todo lo que está sucediendo con la actriz Karla Sofía Gascón. Hasta hace poco más de una semana, era muy segura candidata a hacerse con el Oscar a la mejor actriz por la película 'Emilia Pérez'. Ahora, según tengo entendido, una 'youtuber' canadiense, rebuscando en antiguos tuits de Gascón, le ha encontrado tuits de cariz racista e islamófobos.
Entretots
Y a partir de aquí, tanto la productora de la película, Netflix, como el propio director, Jacques Audiard (que ha dicho que el español es un idioma de pobres), se han desmarcado y distanciado de la actriz por cosas que escribió hace tiempo. Curioso me parece también que algunos que defienden a Gascón son los mismos que lanzaban a la hoguera (metafóricamente) a gente como Gina Carano, Armie Hammer o Kevin Spacey (totalmente absuelto por la justicia).
Hasta nuestro ministro de Cultura, Ernest Urtasun, se ha distanciado de Gascón y ha declarado que sus palabras no representan al pueblo español. A mí, la verdad, es que considero que me parece que todo esto es un linchamiento mediático para con la actriz. Y me pregunto si ahora ya no es merecedora del Oscar. ¿Sus virtudes como actriz y valor artístico quedan devaluadas por unas palabras desafortunadas en las redes?
Como nunca me han gustado los linchamientos, y como sociedad creo que deberíamos reflexionar sobre estos hechos, y ya que estamos hablando de cine, me permito recomendar dos obras maestras de dos maestros del cine como son Fritz Lang y William A. Wellman. Las películas son, respectivamente, 'Furia' e 'Incidente en Ox-Bow'. Buen cine que creo que nos haría reflexionar sobre lo que está viviendo Karla Sofía Gascón. Y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.