Marco Tulio Cicerón decía en el 55 a C.: “El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países extranjeros debe eliminarse, para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado”.

Los comentarios sobran, pero una reflexión que tiene más de dos milenios ahora se pueda aplicar y que toda la sociedad quede reflejada es de agradecer. Estamos cansados de ver casos de corrupción, de cómo se deja de lado la ley de dependencia, la educación o la sanidad.

Por cierto, señor Rajoy, aprenda a responder con un pensamiento y no con otra pregunta para seguir engañando a sus seguidores.