Parece que el Ministerio del Interior retirará de la frontera, en Ceuta y en Melilla, las concertinas; por fin Marruecos ha colocado las suyas, que nos parecen menos 'vergonzantes', las paga la Unión Europea. De todas formas está bien que se retiren de allí.
Entretots
Pero las cárceles españolas, esas que no vemos, porque desde el 2012 ya no queda ninguna cerca de lugar habitado, perfectamente ocultas a la mirada de los probos ciudadanos, están cubiertas con una tupida malla de concertinas, en los muros y por los suelos. Las cuchillas pueden matar, quienes las vemos todos los días lo sabemos, su sola presencia amedrenta el valor del más arrostrado. Intimidan y deprimen. Suman aislamiento innecesario.