Ayer decidí perder el tiempo viendo algo de la retransmisión que nos ofrecieron las televisiones sobre la concentración en la Plaza de Colón de Madrid. Nada de original ni nuevo. Lo que sí me desconcertó fue el manifiesto que leyeron tres periodistas de reconocido partidismo político y que me dejó sorprendido. Estoy acostumbrado a que los políticos mientan y lo hagan a sabiendas -tanto los del nacionalismo español como los del catalán-, pero creía que los periodistas, por prurito y honestidad profesional, aunque puedan exagerar o incluso tergiversar los hechos, no llegaban a faltar a la verdad de una manera tan escandalosa como lo hicieron los tres mencionados voceros. Algo más que lamentable. Otra sorpresa por mi parte es que en las tertulias periodísticas de hoy, lunes (11 de febrero), ningún otro profesional del ramo haya hecho alusión a esas falsedades expresadas. ¿De qué se trata? ¿De una complicidad profesional, como ocurre en los casos en que un médico se equivoca y el resto de la profesión guarda un discreto silencio? Desde luego, vamos de mal en peor.
Entretots