Hoy en día se valora a la persona más por su aspecto físico que por otras cualidades, que pasan a ser secundarias, y ello incita a que haya que tener una figura perfecta. Los gimnasios, los tratamientos de belleza y la cirugía estética suelen ser de consumo habitual por parte de mucha gente. El culto al cuerpo se convierte en una obsesión que, como tal, puede ser patológica.
Entretots
Creo que llega a su grado máximo en el culturismo, que supone un enorme entrenamiento físico y hasta el consumo de sustancias que son dañinas que deterioran órganos vitales. Consiguen cuerpos en apariencia muy sanos pero con un grave perjuicio para la salud. ¿Vale la pena si, con el paso del tiempo, que es inevitable, todo eso se destruye? Al final hasta el cuerpo más perfecto y escultural será un montoncito de polvo. Llenemos la vida con ideales más altos y enriquecedores.