La política es el arte de solucionar los problemas de los ciudadanos. Pese a ser un concepto sencillo, no parece hacer mella en los políticos de este país. Los políticos españoles parece que prefieren centrar su atención en encuestas electorales y en diatribas contra sus contrarios que nada aportan al ciudadano.

Muchos aluden al crecimiento del populismo, pero olvidan que la mejor forma de combatirlo es aportar soluciones a los problemas reales: al paro, la calidad del empleo, las pensiones, la sanidad, la corrupción y el fraude.

Es hora de que los políticos empiecen a trabajar en esta dirección, que por eso fueron elegidos y por eso se les paga. Es la hora de la política con mayúsculas, de afrontar los problemas de cara, de dialogar y pactar con los contrarios, de no escudarse en jueces o policías.