No les basta con saquear las arcas del Estado, pagar sobresueldos que no declaran, acudir dopados a campañas electorales, inventar bulos, utilizar a la policía -¿patriótica?- para erigir pruebas falsas contra la oposición e influir en las elecciones para perpetuarse en el poder y destruir indicios que los incriminen para entorpecer a la Justicia.
Entretots
Ahora, el PP, el único partido político condenado en tres ocasiones -de momento- y con muchos de sus miembros en prisión por los delitos supracitados, se quita la careta y, además de crispar, actúa como una auténtica mafia: si no te doblegas a nuestros insultos, falsedades y manipulaciones, iremos contra tu familia.
La forma de proceder -conversaciones y actividades delictivas-, desde que existen, es envidia de mafiosos y convierte al PP en paradigma de la mafia.