El único gran acuerdo en la Cumbre sobre el clima en París 2015 es ratificar el pacto ya negociado previamente con la ONU, en el que los gobiernos y los inversores recaudarán más de 200.000 millones de dólares para buscar alternativas al calentamiento global.
Entretots
Ahí quedan incluidos 30.000 millones en bonos verdes de bancos comerciales y 100.000 millones de un grupo de bancos de desarrollo, que serán los primeros en llegar, hasta el año 2020.
Este capital servirá como coartada para el COP21, y para lavar la apariencia en la lucha no iniciada contra el cambio climático; conformándose con limitar la subida de la temperatura global a 2 grados sobre los niveles preindustriales y haciendo un esfuerzo añadido, si fuera necesario, para intentar que no aumente más de 1,5 grados hasta el año 2100.
Volvemos a caer en la trampa: todos los problemas se solucionan gastando más dinero, abriendo nuevos mercados, para nuevas tecnologías y para nuevos métodos de gestión más eficaz.
Pero en este asunto, más que en cualquier otro relativo a la salud de nuestro planeta, el único remedio es reducir el consumo de agua, de suelo, de madera, de carne, de energía; valorar las materias primas no por el precio de extracción sino por el de reposición.
Y, en último término, limitar la acumulación de riqueza individual y de grupos, para que todos podamos acceder a ese bienestar mínimo que garantiza la dignidad humana, sin poner en riesgo la sostenibilidad de la Tierra, como entramado vital en equilibrio absolutamente precario.