Después de seguir la actividad judicial de este último año ha crecido en mí el interés por ser magistrado del Supremo. Sé que es difícil llegar a esta meta. He mirado los títulos de los duros temas y no he sabido encontrar ninguno que hable de ética.
Entretots
No se debe perder tiempo con ella ya que las oposiciones son difíciles y abrumadoras. Las ventajas, pero, son enormes. Si te equivocas no te despiden, como sucede con el resto de los mortales, a no ser que haya prevaricación. El cargo te dura hasta los 70 años con posibilidad de alargarlo hasta los 75 años aunque la hayas pifiado. Pueden enmendarte tus sentencias en Europa pero tampoco ello comporta sanción alguna o expulsión. Hay gran camaradería entre ellos e incluso algunos parece que deben su cargo a amistades o buen rollo con un partido político a quien luego tal vez favorecen. Reglas claras para el ascenso parece que no existen, pues la actuación del presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, ha sido y es muy discutida por magistrados y pueblo en general.
Despierto. Mi deseo es irrealizable. Soy pensionista.