La democracia debería celebrarse sin restricciones, pero la investidura de Sánchez parece más una zona de conflicto que un acto político. El cordón policial, los leones escondidos tras las vallas y la manifestación son símbolos de una sociedad dividida y de un día que, según muchos, nunca debería haber llegado a este extremo.
Entretots
La indignación en las calles es palpable y la normalidad democrática parece haberse esfumado en este café con vistas a la protesta.