No debería ser el mismo término, ni un sinónimo, pero últimamente se están viendo casos en los que un supuesto inquilino pasa a convertirse en okupa.
Entretots
Pongámonos en situación: eres propietario de un piso que has conseguido gracias a tu esfuerzo, a años de lucha ahorrando y gestionando tu economía para poder comprarte una segunda vivienda para ahora ponerla en alquiler, o simplemente lo has heredado de tu familia, pasa a ser de tu propiedad y puedes hacer con él lo que quieras.
Se lo alquilas a alguien que a simple vista parece normal, justo, legal, que cumple los requisitos para poder entrar a vivir en tu vivienda. Parece que los primeros meses te paga el alquiler, pero a medida que pasan los meses deja de hacerlo. Se ha apuntado al “carro” de no pagar.
Y ahora tú, como propietario, ¿qué puedes hacer? Nada. Gestionarlo a través de la ley, y esperar un año, en el mejor de los casos, o más, para que puedan echar a esa persona que se ha convertido en okupa de tu vivienda. Sin hablar de todo el dinero que te habrá dejado a deber y de los desperfectos ocasionados en el piso. Los propietarios lo tienen muy difícil a la hora de alquilar, corriendo riesgos que deberían ser innecesarios.