Íñigo Errejón quiere resignificar el concepto de libertad. Él dice: "La libertad no es el capricho de los ricos". Pero, siempre que se respete la libertad de otras personas, ¿tendremos derecho a hacer con nuestro dinero lo que queramos? Dice Errejón: "La libertad es el derecho a vivir sin miedo". Pero tener miedo de que el negocio que has abierto quiebre, ¿es no tener libertad? ¿Acaso el Gobierno, para que ese empresario no tenga miedo, tendría que obligar a la gente a consumir lo que ese empresario fabrica para minimizar el miedo de ese empresario?

Dice Errejón: "La libertad no es un lujo para quienes tienen dinero, sino una manera de vivir sin miedo en sociedad. Es la libertad que tienen los que pactan en común. No es la libertad a pesar del otro, es la libertad con el otro". Lo que quiere decir Errejón es que si una persona tiene dos paraguas y yo no tengo, le puedo quitar uno porque de lo contrario podría tener miedo a mojarme y eso menoscabaría mi libertad. ¿Está insinuando Errejón que el Estado debería quitarle un paraguas al que tiene dos para dármelo a mí?

Errejón apela a un concepto democrático de libertad en el que contaría no la libertad individual sino la capacidad del Estado para minimizar coactivamente el miedo de la sociedad a mojarse. En suma, Errejón apela a la libertad para destruir la libertad.