Un alto representante del poder político, en este caso del Ejecutivo, a la sazón Ministro de Transportes, el lenguaraz incendiario Óscar Puente, en su día vocero en las Cortes Generales, designado por el Presidente del Gobierno, es el paradigmático eslabón de la actual degradación y decadencia política.
Entretots
Un indigno representante que destaca por su vulgaridad, grosería, lengua viperina, actitud de impronta matonil, comportamiento tabernario, que no cesa de engrosar con su palabrería el vertedero de expresiones soeces, ofensivas, desagradables e inaceptables que, por decoro, orillo reproducir.
Ruboriza presenciar y leer los mugrientos comentarios que destila. Es el antropomorfismo del declive, del ocaso de la política.