La Junta de Andalucía, instigada por Vox, ha plantado batalla a la inmersión lingüística (enseñanza en la lengua propia de una comunidad) en los centros de enseñanza de las comunidades de Catalunya y Valencia. Ha destinado un presupuesto para reforzar el castellano donde se aplica la inmersión lingüística y así evitar que los hijos de emigrantes andaluces pierdan sus raíces, ignorando que esa política lingüística no es ningún obstáculo para que los alumnos consigan un buen dominio de la lengua castellana, a la que se dedican dos horas semanales.
Entretots
Los alumnos catalanes que han terminado la primaria este año han conseguido un nivel medio-alto en las pruebas de competencias básicas de lengua catalana y de lengua castellana. Un resultado positivo de conocimiento de las dos lenguas cooficiales en Catalunya.
El castellano no es patrimonio exclusivo de los andaluces, sino de todos los españoles. Viajando por Galicia, País Vasco, Catalunya y por la Comunidad Valenciana, se puede comprobar que todos hablan un castellano fluido, además de la lengua propia de la comunidad.
La Junta de Andalucía, en vez de hacer un gasto innecesario, que se preocupe de resolver los numerosos problemas de índole social que tiene Andalucía. Todo andaluz que vive en Catalunya siente que su cultura y sus raíces son respetadas como lo demuestran la Feria de abril en Barcelona o las numerosas academias que enseñan a bailar sevillanas.