El pasado fin de semana, se jugó con normalidad la Liga de fútbol, excepto los partidos que debían jugarse en la Comunidad Valenciana. Muchos entrenadores, jugadores y directivos, lo aceptaron con estupor. El presidente de LaLiga, Javier Tebas, dijo, que el mejor mensaje era no parar, poniendo como excusa que es difícil suspender dicha jornada, puesto que luego se tendría que ajustar con calzador. Tebas intentó autosalvarse diciendo que todo lo que se recaudara en taquilla se destinaría a los damnificados de la DANA.

Señor Tebas, el fútbol podría haber parado perfectamente, con esta conducta, lo que hace es dañar a los ciudadanos, mostrando que tiene cero sensibilidad y le importa más su negocio con China que su propio país, donde la cifra de fallecidos se eleva a más de 200 personas.

En mi caso, decliné ver el 'derby' barcelonés entre Barça y Espanyol, no es nada coherente la euforia de celebrar un gol cuando a 400 km cada día están rescatando víctimas. El fútbol no lo es todo en la vida.