Hay algún personaje de ficción que adelantó la lógica distópica que Trump dibuja en su segundo mandato. Pero sus primeros cien días invitan a pensar más bien sobre la estupidez humana.

La retirada de la OMS agravará futuras crisis sanitarias dentro de su propio país. La salida del Acuerdo de París le hará perder liderazgo y oportunidades económicas en sectores como las renovables. La guerra de los aranceles hará perder mercados a los EEUU, por no hablar de las caídas en los mercados financieros y destrucción de empleo en sectores clave.

Las restricciones migratorias debilitarán el dinamismo económico en muchos estados de la federación que, tradicionalmente, se han beneficiado de los flujos de mano de obra. Con la paralización de la ayuda exterior EEUU perderá influencia y capacidad de prevenir crisis que pueden tener repercusiones directas en su propia seguridad.

Trump está haciendo daño fuera y dentro de EEUU; sin conseguir la reducción del déficit público ni el déficit comercial que pretende, y con su popularidad a la baja. Ya lo dijo Carlo M. Cipolla, "las personas estúpidas son aquellas que ocasionan pérdidas a otras sin obtener beneficio para ellas mismas".