Hoy tenemos que estar contentos porqué la justicia se ha puesto del lado de la víctima. Naturalmente, estoy hablando de Alves, y creo que lo más importante no es cuánto le ha caído, ni el tiempo que estará en la cárcel, lo verdaderamente importante es el mensaje que jueces y fiscales están mandando a nuestra sociedad.

Porque se ha creído a la víctima, se ha valorado la cuestión del consentimiento, han probado que no importa si la víctima hizo esto o aquello, que si la víctima cambió en algún momento de opinión y no dio su consentimiento, eso tiene un valor.

Hoy, la justicia da un paso más hacia la igualdad y nos dice que el hombre ya no puede obrar impunemente; que el cuerpo de una mujer solo le pertenece a ella; que bailar, beber o coquetear no quiere decir nada cuando ella dice "no".

Espero que esta sentencia nos enseñe la lección de que el machismo y el patriarcado no caben más en una sociedad como la nuestra. Hoy somos más personas.