Sería cómico si no fuera para llorar cuando tus amigos te preguntan: "¿Cómo ha ido la operación de tu marido?" Y hay que explicarles el rosario de despropósitos que se desencadenaron en el quirófano cuando la médico anestesista se equivocó de pierna y aplicó un bloqueo nervioso periférico en la pierna que no se debía operar, es decir, puso anestesia local en la pierna sana.
Entretots
Con la única intención de dejar constancia del hecho, llamé al servicio de atención al paciente de la Clínica Tres Torres y les expliqué el caso. A las pocas horas, me llamó alguien que se identificó como jefe de quirófano y me comunicó que sentía decirme que la versión de la médico anestesista no coincidía con la del paciente… (¡por supuesto!), para añadir después que "fue el paciente quien indicó a la doctora cuál debía ser la pierna que debía operar". Surrealista la explicación.
No dejó informe escrito, no notificó nada al cirujano, no dio instrucciones a los de reanimación, no informó al control de enfermería ni, por supuesto, a los familiares. Un cúmulo de despropósitos.
Como han pasado ya 20 días desde el suceso y la contestación que quedó en darme mi interlocutor no llega, me permito hacer público el hecho con la única intención de que estos errores no vuelvan a repetirse.