España se queja de que los jóvenes de este país emigramos fuera para poder trabajar. Es un pez que se muerde la cola, las buenas oportunidades laborales se encuentran en las grandes ciudades, pero con los precios actuales y la carencia de ayudas nos es imposible acceder a ellas.

Por otro lado, la alta tasa de desempleo entre los jóvenes, la precariedad laboral, los desorbitados precios de las viviendas y la falta de oportunidades de desarrollo profesional son algunos de los factores que impulsan a los jóvenes españoles a buscar trabajo en el extranjero.

España cuenta con talento y mano de obra cualificada, pero la falta de inversión y de políticas laborales adecuadas dificultan la creación de empleo y un desarrollo económico sostenible.

La emigración de los jóvenes españoles representa una pérdida de capital humano y una ralentización en el crecimiento de nuestro país. Es urgente que las autoridades tomen medidas por medio de incentivos que frenen esta emigración y creen un entorno favorable para el desarrollo profesional. Hacen falta políticas que fomenten la creación de empleo de calidad y el apoyo a los jóvenes emprendedores.