Cuanto más viejo me hago, más firmemente creo que la mayoría de las personas son buenas, en el buen sentido de la palabra, como diría Machado. Y luego está esa minoría de personas, ventajistas, desconfiadas, avariciosas, partidarias de ese despotismo iletrado que hace ostentación de su molicie intelectual sin vergüenza alguna y que piensan que atender a razones es de débiles cuando los codazos y la "verdad alternativa" dan tan buen fruto a corto plazo.
Entretots
Pues bien, a la mentira se la neutraliza con ideas y con reflexión; al negacionismo, con hechos y actitud; a la conspiranoia, con datos y acciones; a la mediocridad, con voluntad y resolucion, y a la nostalgia..., ¡ay la nostalgia!, con futuro. Y no son batallas perdidas, porque ni siquiera son batallas; son, o debieran ser, gestos cotidianos, pequeños, modestos, inapreciables a veces, pero tan inestimables y valiosos que no nos podemos permitir tacañear con ellos.
Vale la pena el esfuerzo, porque no solo nos va el futuro en ello. Nos va el presente.