Erik Olin Wright, uno de los grandes teóricos contemporáneos sobre desigualdades y clases sociales, realizó un corto en que se mostraba una partida de ajedrez en la que los peones eran siempre aniquilados en favor del rey, la reina y el resto de piezas 'aristocráticas'. En la siguiente escena aparecían de un lado los reyes y el resto de fichas 'aristocráticas' y en frente todos los peones, que habían logrado imponerse.

La moraleja consistía en mostrar que el juego solo tenía un resultado posible, la imposición de unos sobre otros. Así, la revolución por la que los peones se alzaban simplemente consistía en un cambio de roles, pero no de reglas, el juego continuaba siendo un juego de suma cero, lo que unos ganaban otros lo perdían, y al final todo seguía igual.

¿No es posible que sea esto lo que está ocurriendo en Catalunya? ¿Acaso no existen en el interior de Catalunya los mismos problemas que en el interior de España y no comparten ambos los mismos desafíos? ¿No hay también en el seno del independentismo una fuerte fractura ideológica entre la derecha del PdCat y la izquierda de ERC y más a la izquierda con la CUP?

Entonces, ¿de que es que trata la independencia en Catalunya? ¿De crear una nacionalidad nueva o una sociedad nueva? Desgraciadamente, parecería que todo versa sobre la bandera que aparezca en el carnet de identidad y no sobre la posibilidad de crear una sociedad mejor, menos desigual, con más oportunidades y más tolerante y libre.

Pero nada de eso se está discutiendo en estos momentos, todo el movimiento independentista parece obsesionado con llegar a un lugar, la independencia, que está vacío, no está definido porque es indefinible sencillamente porque los actores que conforman el independentismo no están de acuerdo en la sociedad que desean construir, de tal forma que si algún día la independencia llegase solo serviría para reproducir bajo una nueva bandera las viejas reglas con nuevos roles. ¿No es acaso el 'procés' un juego de suma cero?