Me llama la atención la crítica del exdiputado de la CUP Antonio Baños a Ada Colau por usar el castellano y no el catalán en YouTube para hacer campaña electoral. Afea su conducta y la llama "cosmopaleta", más siendo Baños fundador del movimiento Súmate de castellanoparlantes por la independencia, el cual se supone que existe para poder vivir con plena normalidad el ser y defender la independencia en castellano.

Este hecho muestra varias cosas: la principal es que desde una parte del mundo soberanista-independentista se ve al castellano como una lengua ajena a las instituciones y autoridades catalanas, y que la lengua normal de uso en esos ámbitos debe ser el catalán exclusivamente.

En la vida diaria, en el ámbito personal y privado no hay ningún problema; cada uno habla como quiere y todos nos entendemos, pero parece que a muchos les molesta la presencia del castellano en Catalunya en según que ámbitos de carácter institucional.

Por otro lado, también hay que mencionar que los políticos del PSC y de los comunes (antes de ICV) nunca o casi nunca usan el castellano en el ejercicio de su cargo electo o de partido, pues compran la tesis nacionalista sobre que el catalán es la lengua de cohesión nacional. Cuando llegan las elecciones, sin embargo, no tienen reparo en dar mítines y hacer campaña en castellano porque suponen el estrato sociolingüístico de sus potenciales votantes y creen que les gustará que se dirijan a ellos en castellano.