En el último festival de los Oscars de Hollywood se premió como mejor película a 'Green book', una historia que transcurre en los años sesenta y en la que un pianista negro hace una gira por el sur racista de los Estados Unidos durante la cual sufre vejaciones de toda índole a pesar de ser una celebridad. El título de la película hace referencia a un pequeño manual donde se citaban los hoteles y restaurantes que aceptaban a los ciudadanos de raza negra.
Entretots
Esta historia, que está basada en hechos reales y que se remonta apenas a unos cincuenta y tantos años, tiene su paralelismo en la España actual, y no precisamente por un rechazo racial sino socioeconómico. En la ciudad de Barcelona, desde hace algunos años, una comunidad religiosa edita un pequeño manual donde se les dice a los indigentes en qué lugares pueden dormir, ducharse, comer, y ser atendidos en centros de salud. ¿Se imagina alguien que fuese necesario editar un 'Green book' para que un señor de l'Eixample de Barcelona o del barrio de Salamanca de Madrid supiesen dónde les iban a recibir para dormir, comer, ducharse o ir al médico? El asunto es que este tipo de libros, tanto en la película norteamericana respecto a los ciudadanos de raza negra, como el manual que se edita en Barcelona respecto a los indigentes, existen (o han existido) porque hay grupos sociales excluidos brutalmente.
La labor de divulgar este manual en Barcelona es algo positivo y necesario. Sin embargo, que un libro de estas características sea necesario significa que hay una discriminación brutal y salvaje en nuestra sociedad, sea por cuestiones racistas o socioeconómicas. En cualquier caso, si en los Estados Unidos se evolucionó con los años a través de la reivindicación de derechos civiles, en España habría que evolucionar a través de la reivindicación de derechos sociales.