El 21 marzo 2019 en L'Ametlla de Mar, paseando con mi mujer, un hombre al que le faltaba una pierna y en silla de ruedas sin batería me pidió si le podía ayudar. Empujamos la silla a lo largo de varias calles, parando donde empieza el mercado porque ya no podía más, pues entre la silla y el hombre eran unos 90 kg y dicha calle es muy empinada.
Entretots
A las 14:28 llamé a la Policía local pidiendo ayuda y proponiéndoles que entre los dos lo llevásemos a su casa. El de la silla habló con ellos y les dijo que era de la residencia L'Onada de L'Ametlla.
A las 14:38 volví a llamar a la Policía y me dijeron que la ambulancia había salido.
A las 14:47 volví a llamar pues el hombre se quejaba de dolor y de que se encontraba mal. Me dijeron que se ponía el Jefe de la Policía, el cual me dijo que la ambulancia no venía porque no podía cargar la silla y que dejara al hombre allí y que ya vendrían de la residencia cuando pudieran.
Yo me quejé de la actitud de la Policía local y me dijo que estaba grabando todo y que le tratara de usted o me colgaba el teléfono, y que la función de la Policía local no es empujar sillas ni recoger gente.
Terminada la conversación, empujé la silla por la avenida de l'Ensenyament hasta la residencia. A 5 metros de la residencia apareció un coche con dos policías y una ambulancia. Les dije que ahora ya no les necesitaba para nada y que se podían ir y llevé al señor a la residencia.
Una vez allí me dijeron que dicha persona se va de la residencia cuando quiere sin mirar si la silla tiene batería o no; pensaban ir a buscarlo cuando no tuvieran tanta faena ya que no podían dejar desatendido el centro.
Cierto que no es función de la Policía empujar sillas, pero creo que prestar auxilio a sus ciudadanos sí lo es. Lo que no entiendo es para qué en la página web de la Policía local de L'Ametlla ponen que dan servicio 356 días al año y 24 horas al día, además de contar con una estructura de un subinspector en cap, un sargento, dos caporals, 15 agentes y una administrativa y disponer de tres turismos, una pick-up y tres motocicletas, si fueron incapaces de acercarse, aunque fuera para estar allí, y mirar cómo empujábamos la silla mi mujer y yo.