En la mayor parte del mundo hemos vivido y vivimos un capitalismo que nos ha llevado a lo que somos: habitantes de un planeta prácticamente destrozado, climáticamente hablando, limitado en recursos y sin ánimo alguno de repartir nada a nadie. Somos del pensamiento que antes somos nosotros que los vecinos de al lado. Ocasionaríamos la muerte del vecino si nos obstaculizase nuestro ridículo e infantil bienestar.
Entretots
Sabemos que el planeta no puede llegar a satisfacer a todos con el mismo grado de bienestar que desearíamos para cada uno de nosotros. En este sentido, el capitalismo es inviable sin consumir a tope para unos pocos y sin oprimir a los que nos pueden hacer peligrar nuestro siempre estúpido crecimiento y bienestar.
Todo esto queda reflejado una vez más en esa hipotéticamente coalición entre PSOE y Unidas Podemos, la cual jamás se dará, porque si miramos un poco más hacia fuera de nuestro país vemos como en el resto de Europa no se permitirá nunca una España de la mano de un partido comunista como el de Unidas Podemos que puede obstaculizar cualquier vía de crecimiento capitalista.
Ya avisaron a Pedro Sánchez desde Europa que con comunistas ni agua. Ahora, para salvar esta evidente deriva planetaria, estamos los que pensamos y creemos en el reparto justo, en un equilibrio planetario sostenible, en una igualdad entre sexos, en un techo para todos y otras muchas cosas más que entrarían en cualquier cabeza de un niño de 3 años.
Para las más que probables elecciones en noviembre votemos todo menos aquellos partidos que representen al capitalismo. Eso, si queremos salvar nuestro planeta.