En Madrid, donde se juntan las cuatro esquinas de la piel de toro doblándose sobres sí misma, es la ciudad donde más desfiles de Fuerzas Armadas se celebran históricamente, gracias a su condición de capital de una nación que vivió en régimen militar durante casi 40 años. A esos hay que añadir el que organiza el 2 de Mayo, a imitación de aquellos, para conmemorar su Día oficial la Comunidad de Madrid.

Curiosa, como todas las paradojas, esta de los madrileños festejando con la presencia de militares y otras Fuerzas de orden la rebelión popular contra el régimen establecido y contra el ejército que defendía al Rey de entonces. Festejamos la desobediencia y la revuelta, así de chulos somos los "gatos", o éramos, porque en 2025, Ayuso, con su tozudez "antisanchista", ha conseguido que Defensa e Interior le nieguen los soldados y policías con uniforme de gala, necesarios para dar lustre a tal evento, que nos hacía únicos entre los iguales, y que le permitía a ella, vestida para la ocasión y a ritmo de pasodoble, desfilar reglamentariamente ante unas tropas y fuerzas del orden que nunca tendrá como Administración autonómica.

Otro año será, o no, como solía dudar M. Rajoy.