La gente se suicida porque le duele la vida, pero sobre todo porque le duele la gente. Es un dolor emocional tan intenso que es como estar quemándote vivo en un incendio. Y entonces ves una ventana. No puedes pensar, solo quieres que tu cuerpo y tu alma dejen de arder. Es una fracción de segundo.
Entretots
Yo tuve suerte. Pude escuchar el dolor, un dolor que gritaba y lloraba más fuerte que el mío. Era mi perra, desesperada al otro lado de la puerta. Cerré la ventana y corrí a abrazarla. Aquel día decidí que tendría perro toda mi vida. Porque la vida, con perro, duele menos. Y porque la gente con perro es mejor.