Además de difícil de entender, lo que está ocurriendo en los Estados Unidos de América es pavoroso. El espectáculo que están dando Trump y Biden, los dos candidatos a la presidencia de su país, resulta penoso. El primero, un republicano totalitario con infinidad de problemas con la justicia, y cuya formación intelectual es extremadamente deficiente (solo hace falta recordar que, en su día, recomendó a sus conciudadanos injerir lejía para deshacerse del covid-19) y, el segundo, un demócrata con más educación que el primero, pero que, últimamente, está demostrando que los años ya le pesan demasiado.
Entretots
Nadie se puede creer que, en un país de tantos millones de habitantes, no existan personas preparadas para este cargo. Lo que pasa es que, los que valen, o sea, los que tienen inteligencia y talento para ser buenos líderes políticos se dedican (al igual que en muchos otros países) a otras cosas. Para mí, aquí radica la alarma. Si esto se hace genérico, o sea, que los que van a dirigir los países más poderosos de la tierra son unos patanes o unos desmemoriados, la democracia irá perdiendo calidad. Lo de los EEUU es un aviso. Una señal que nos tiene que hacer pensar. Insisto, es un tema alarmante.