Los atentados terroristas de Barcelona y Cambrils no ha dejado indiferentes a los musulmanes partidarios de la convivencia pacífica, que se han manifestado en numerosos pueblos de Catalunya, y en la ciudad de Barcelona, en contra de la violencia y a favor de la paz.
Entretots
Esos ataques no deben desembocar en una islamofobia porqué criminaliza a todos los musulmanes y puede alimentar el radicalismo yihadista. Lo más acertado es que la sociedad, sobre todo la islámica, y las fuerzas del orden estén atentas a cualquier atisbo de radicalización de jóvenes musulmanes que pueda desembocar en una tragedia. Ya no cabe la menor duda de que hay poderosas fuerzas que promocionan una versión de intolerancia y violencia del Islam. Hay que hacer todo lo posible para desmantelarlas, sobre todo de la sociedad islámica, que en España se calcula que la componen dos millones de personas.