Como siempre, hubo en el pasado situaciones similares a la actualidad. Por ejemplo, en plena Guerra Civil. Nada menos que con un Frente Popular copado por la revolución, José Giral -burgués republicano- nombró a dos ministros comunistas, a los que puso al frente de las carteras de Agricultura y Educación. Dos meses después, Francisco Largo Caballero, jefe del gobierno socialista, admitía en su gabinete a cuatro anarquistas (Sanidad, Justicia, Comercio e Industria).
Entretots
Al parecer, ni un Partido Comunista entonces en ascenso, ni una CNT-FAI no menos poderosa se quejaron por las carteras que les tocaron. Y esto en plena Guerra Civil y con la revolución en marcha.
Ahora, al parecer, la izquierda tiene la piel mucho más fina y se siente humillada y menospreciada nada menos que con una vicepresidencia y cuatro ministerios. Lo más irritante es que, todos, medios incluidos, ya ejercen de equidistantes, culpando por igual a Sánchez y a Iglesias. Pues no.