Hace unos días, mi suegra tuvo la mala suerte de perder su alianza (de 52 años) mientras andaba por la montaña en la zona del Moianès. No hubo forma de encontrarla, pero tuvimos la buena suerte de encontrar, y por casualidad, a la Asociación de Detectoristas de Catalunya. Un asociación que hasta este momento no había tenido el placer de conocer.

Después de hablar con su presidente, hicieron un llamamiento a su afición y el mismo día vinieron (desde lejos) dos chicos, Xavi y Ricardo. Les indicábamos la zona donde habíamos perdido el anillo y enseguida la encontraron, todo sin querer cobrar nada. No he encontrado dos personas más amables, incluso toda la gente de esta asociación con quien he tenido el placer de hablar.

Me han explicado que su ambición es legalizar su actividad y colaborar con la arqueología porque actualmente no disfrutan de las mismas condiciones legales como, por ejemplo, tiene este deporte en Inglaterra. Ya he visto que EL PERIÓDICO hizo un reportaje sobre este tema hace un par de años.

Os escribo hoy para que no olviden de su causa y espero que un día esa buena gente pueden disfrutar de su hobby con las misma derechos de otros pasatiempos. Un saludo cordial.