¡Llegó el momento! Después de 30 años de dedicación a la misma empresa te jubilas, te vas. Y yo tengo una mezcla de alegría, emoción y a la vez tristeza y melancolía. Veintitrés años juntas, de conexión casi inmediata. Recuerdo nuestro primer encuentro donde casi me como una puerta de hierro que vigorosamente empujabas; cuando arrancaste a hablarme con ese acento gallego de Lugo me robaste el alma. Al irnos conociendo descubrimos que nosotras y nuestros padres y madres compartíamos apellidos. Casi hermanas. Poco a poco nos hemos ido descubriendo, conociéndonos nosotras y a nuestras familias, aceptando nuestras diferencias y respetándonos y después de compartir momentos, anécdotas, alegrías y risas, también penas y lágrimas... Te puedo decir que también me has robado el corazón.Has sido una compañera excelente, trabajadora infatigable e intachable. Rellenar el hueco que has dejado es imposible, pero yo prefiero pensar en tu enorme generosidad; no solo la material, si no también la humana. Creo que los verdaderos amigos se miden no solo en las desgracias. Son, sobre todo, aquellos que se alegran y entusiasman cuando la vida nos regala cosas positivas y buenas. Cuando esto me ha tocado a mí, siempre he notado que lo has sentido y vivido como propio. Por eso, amiga: mi corazón y mi alma son tuyos para siempre.
Entretots