Barcelona ha pasado de ser un destino turístico a lo que se conoce como un turismo de masas. Los ciudadanos barceloneses, hoy en día lejos de estar orgullosos de que la ciudad sea conocida internacionalmente como destino turístico, están en contra de los turistas.

Encuentro algo contradictorio que la ciudad viva del turismo y ahora no solo le dé la espalda sino que lo deje por escrito literalmente: ‘’Turistas: no sois bienvenidos’’. Me pregunto si culpar a los propios turistas es la solución contra una ciudad masificada. La manifestación que tuvo lugar en la ciudad condal contra los visitantes internacionales ha llegado al alcance de periódicos internacionales de la talla del 'The New York Times'.

Pensemos ahora que, hipotéticamente, funcionan todas estas medidas. ¿Sería justo rociar al turista y luego irte tú de turismo? Habría que comprobar pues, que no se llenen las redes sociales de fotografías de destinos turísticos en los que se tira agua a los turistas.

Creo, humildemente, que llevándose por el odio. Se empieza disparando con pistolas de agua y se acaba por disparar (sin agua) a un presidente (por decir algo).