Cuando uno va a contratar un servicio, con una compañía telefónica, de seguridad, un banco, una publicación, compañía de seguros..., todo son facilidades, sencillez y rapidez en la gestión. Ahora bien, cuando las expectativas generadas en esa contratación no se cumplen o se producen disfunciones en las prestaciones y se quiere causar baja, no ocurre lo mismo.
Entretots
A la hora de cancelar, las empresas, por lo general, suelen recurrir a todo tipo de estrategias de desgaste.Tratan de retener a toda costa al cliente descontento que se ve en la enojosa tesitura y engorrosa encrucijada de emprender una auténtica odisea para poder poner fin al contrato y con ello incumplen sistemáticamente la legislación vigente.
No existe, pues, la correlativa reciprocidad. Facilidad para contratar y usualmente extrema dificultad e impedimentos de toda índole para desvincularse del contrato. La Administración debería poner coto a esa estrategia que pone a prueba la paciencia de los usuarios con ejemplares sanciones económicas disuasivas.