A pesar de estar jubilada, continúo activa y aportando mi trabajo -escribo novelas y ensayos- que realizo prácticamente de forma gratuita. Aunque, esporádicamente, alguna de las instituciones del Estado: ayuntamiento, museos o universidad, al requerir mi participación en algún evento relacionado con mis trabajos resuelven pagar esta colaboración, para lo que exigen una factura electrónica.
Entretots
Y es aquí cuando comienza una especie de yincana. Cuando al fin, después de horas y ayudas, parece que se llega al último tramo de la prueba, el 'programita' no se abre: ejemplo de esto es "FacturaE". Entonces, la solución que propone la institución a la cual se le debe dirigir la factura es: "Contrate usted un gestor".
¿Un gestor para hacer facturas muy esporádicas y menores de 500 euros ? Estos trámites que nos hacen regalar horas de nuestras vidas a servidores que funcionan de manera tan inaccesible, ¿es una forma, acaso, de hacer que desistamos y ahorrarse así el pago de estas escasas remuneraciones a años de trabajo para personas como yo misma?
Considero que es una dificultad que se extiende a todos los trámites que requieren la introducción de datos en servidores electrónicos, absolutamente discriminatorios. Somos muchas las personas perjudicadas.