Una de las noticias que está presente en los titulares de la prensa de estos días es el cónclave. Podemos decir que quienes desconocen el profundo sentido de la elección de un Papa como sucesor de Jesucristo ponen imaginación, hacen apuestas, buscan rumores y chismes, intríngulis existentes, o no, en la vida de los cardenales.
Entretots
Incluso la película 'El cónclave', que se ha estrenado recientemente, ha venido como anillo al dedo para dar más morbosidad al asunto. Como intentan aclarar los "vaticinistas", el cónclave no es una reunión de empresarios para elegir al director, ni tampoco se busca un heredero del fallecido Papa Francisco, sino que es una votación realizada bajo juramento y tras horas de oración, en la que los cardenales dan su voto a quien ven más idóneo para gobernar la Iglesia católica y universal.
Es difícil entenderlo desde una perspectiva humana. Decía Benedicto XVI: "El Espíritu Santo es quien actúa sobre cada uno de los electores".