Magnifica demostración de profesionalidad y saber hacer de un pedazo de artista como es Alejandro Sanz. Lo que ya no es aceptable es la organización del evento: se ha primado el negocio por encima de la seguridad de los asistentes al RCDE Stadium. 

En un recinto abarrotado por más de 35.000 personas, se ha primado el consumo de alcohol sin ningún tipo de control. Era más difícil conseguir agua o Coca-Cola (colas interminables) que pedir cerveza, la cual servían entre las filas, los pasillos o por encima de los espectadores servida por jóvenes provistos de mochilas para tal servicio. Esto dio lugar a que padeciésemos a personas (por llamarles de alguna manera) en estado ebrio que solo estaban en el concierto para molestar o para hacerse ver.

Anteriormente, me había pasado también en el RCDE Stadium en el concierto de Marc Anthony, si bien pensé que era un hecho puntual. He acudido a diferentes conciertos en distintos lugares (he ido al Palau Sant Jordi, al Palau Olímpic de Badalona, etcétera) y en ninguno he tenido que soportar tales energúmenos.

Solo quiero agradecer que se hayan preocupado por la seguridad de los asistentes pensando en lo que podría ocurrir en caso de tener que evacuar el estadio. Y eso sí, estaba prohibido fumar. Gracias.