Desde hace muchos años he venido diciendo que la política que aplica el PP para Cataluña ha sido una máquina de fabricar independentistas. Y ese mismo partido, junto con su homólogo catalán CiU o sus posteriores denominaciones, PDeCAT o Crida, se han envuelto en sus banderas y alzado a las masas contra el 'enemigo', con el único fin de crear una espesa niebla que oculte sus casos de corrupción.
Entretots
La falta de activismo por parte de los moderados en este país ha dejado todo el protagonismo a los extremistas y, tal y como ha pasado en Andalucía, vemos como los dirigentes independentistas más obcecados, también se han convertido en máquinas de fabricar 'extremoderechistas'. Creo que es momento de que la sociedad y sus dirigentes se den un baño de realidad.
Porque España no es de extrema derecha, porque Cataluña no es independentista y porque a la gente corriente nos preocupa más nuestra Salud, la Educación, la Economía, la Seguridad y el dejar un mundo mejor a nuestros hijos, que lucir banderas y apoyar a los intereses personales de nuestros políticos. Porque, al fin y al cabo, viendo cómo actúan ciertos políticos, es más que evidente que su pueblo es secundario ante sus prioridades personales.