Empieza el escrutinio de la jornada electoral. Se proyectan los primeros sondeos a pie de urna. En Catalunya, en sus cuatro provincias, destaca la clamorosa abstención del electorado. Es la respuesta indiferente mayoritaria del electorado. No han surtido efecto los llamamientos a la movilización.
Entretots
El impacto de la abstención, bien por abulia, por apatía, por descontento, por recelo o desconfianza, por hartazgo, por falta de sintonía con los candidatos, comporta una significativa reducción de la participación democrática, y, sin lugar a dudas, afecta a la legitimidad y a la representatividad de quienes resulten elegidos. Puede interpretarse que a la mitad del electorado no le interesan los comicios locales. Ello no necesariamente debe predeterminar que en la convocatoria de las elecciones generales se mantenga tan relevante porcentaje de abstención y se abre la incógnita acerca de las preferencias de quienes se han mostrado indiferentes, dando la espalda a las urnas. En cualquier caso, no cabe duda que esta baja participación constituye un fracaso y se resiente la calidad democrática. De ello deberían tomar buena nota todas las formaciones políticas.