Estoy leyendo una novela de Almudena Grandes, 'Inés y la alegría'. En esta obra vemos a un caudillo poco brillante, con un padre que lo desprecia. Que dice cosas de su hijo que los franquistas no dirían: "De mis tres hijos varones, el que más valía era Ramón, Nicolás es el más inteligente y Paco..."

Vemos a un dictador que primero dio un golpe y eliminó a los que sobresalían después. Y gobernó durante más de 30 años un país atemorizado. Desde las confusas circunstancias que nos presenta esta escritora y desde la personalidad limitada y atrevida del principal protagonista, acabo pensando en otras cosas. ¡Por algo será!

Acabo leyendo el artículo 'La Gran Confusión', del periodista Carles Francino: Puigdemont hablando como un jefe de Estado, 'Urbi et Orbi'. Los socialistas torpedeados desde dentro. Aznar diciendo: "¡Basta ya!" Y acabo también leyendo una gran opinión sobre el recién nombrado: "Nunca nadie se ha dirigido a un país desde tan arriba siendo tan simple intelectualmente", del autor de 'La lluvia amarilla'. Su paso, en parte exitoso, por la presidencia del gobierno, le dejó tal huella que nunca se recuperó del todo.