Hace seis años, 51 vecinos y yo decidimos comprar, muy ilusionados, una vivienda de Protección Oficial sobre plano.  Gestionada por Metropolitan House y construida por Fomento y se sitúa en la nueva urbanización de Sant Joan Despí, al lado de la ciudad deportiva del FC Barcelona, donde se están edificando otras viviendas más, hasta ahora todas construidas por Fomento.

Llevamos cuatro años viviendo en ese edificio en el que todos, a parte de ilusión, nos hipotecamos durante muchos años y lo único que le pedíamos a la constructora es que las viviendas estuvieran bien construidas. Después de estos años nos hemos visto con mil desperfectos que hemos tenido que ir subsanando (y pagando). Por ejemplo, tenemos un aparcamiento en el que cada vez que llueve caen goteras, cinco o seis trasteros a los que también les pasa lo mismo, una piscina que se tuvo que arreglar porque perdía agua, y ahora un bajante comunitario roto que ha provocado daños en la estructura.

¿Tan difícil es construir bien la obra nueva? ¿Por qué los consumidores tenemos que vernos tan indefensos ante las grandes corporaciones? ¿Por qué Fomento ni se digna a ponerse al teléfono? ¿Por qué la obra de Protección Oficial que pagamos entre todos con nuestros impuestos no se mira bien a la hora de ejecutarla? ¿Se dan actas de final de obra sin comprobar que todo está bien?