El Ayuntamiento de Barcelona se ha olvidado del glorioso Tramvia Blau, un tranvía vestigio de aquella Barcelona en la que todo era perfecto, un tranvía que llegaba incluso a Vallvidrera y que lo cortaron. Este tranvía, a diferencia del Tram, es una joya viva, que desde el accidente ocurrido hace unos siete años y que provocó varios heridos, lleva guardado a la espera de una reforma que pueda garantizar un servicio seguro, y no ha vuelto a circular desde entonces.

Además, la empresa que diseñó la reforma quebró y el proyecto de reforma quedó en un cajón. Ahora se ha sabido que el Ayuntamiento de Barcelona ha renovado el seguro de esta instalación a pesar de que no circula.

Estas joyas sobre raíles no se merecen estas situaciones, es un engaño para ciudadanos y visitantes y creo que sería bueno que el ayuntamiento empezara a tomar conciencia y, al menos, aclarara qué piensa hacer con esta instalación. Para Barcelona sería importante que regresara a su lugar de siempre y siguiera siendo una de las atracciones turísticas tan bien valorada por los barceloneses.