Mataró no es el lugar más turístico para los propios catalanes, pero es donde vive mi familia y para alguien como yo, que tuvo que emigrar, es el rincón de Catalunya que más echo de menos.
Quitando eso, los pasados alcaldes han ido turnándose para transformar Mataró en una ciudad turística con el paso de los años. Partiendo de su proximidad a Barcelona, la proliferación de hoteles, su puerto, sus playas, su centro comercial y su centro histórico no tienen nada que envidiar a otras poblaciones turísticas más conocidas de Catalunya.