El pasado 28 de abril, a las 12.33 horas, España sufrió el mayor apagón eléctrico de su historia reciente. En apenas cinco segundos, desaparecieron súbitamente 15 gigavatios de potencia, lo que representaba el 60% de la demanda eléctrica del país. Este "cero energético" dejó sin suministro a millones de personas en la Península Ibérica, afectando también a Portugal y a Francia.
Entretots
Sin embargo, esta desconexión forzada nos brindó una oportunidad inesperada: la de reconectar con nosotros mismos y con quienes nos rodean. En ausencia de notificaciones constantes y pantallas, muchos redescubrimos el placer de una conversación cara a cara, de mirar a los ojos a nuestros vecinos y de compartir momentos sin la mediación de una pantalla.
La cantante Rosa López expresó en sus redes sociales como en medio del silencio tecnológico surgió una conexión más humana y esencial consigo misma y con los demás. Observó comportamientos como personas escuchando la radio juntas, niños jugando en la calle y una ciudad más pausada.
Este apagón nos recordó que, aunque la tecnología nos ofrece innumerables ventajas, también es esencial permitirnos momentos de desconexión. La experiencia vivida nos invita a reflexionar sobre nuestra dependencia digital y a valorar más los encuentros reales y la presencia consciente en el aquí y ahora.
Ojalá no necesitemos otro apagón para recordar la importancia de desconectar, para reconectar con el mundo que nos rodea.